Lo que siempre buscaste saber acerca de controlar el pozo


En el poker, el control del pozo es un tema difícil que debemos abordar con sumo cuidado. Esto se debe a que a menudo el deseo de controlar el pozo lleva a los jugadores a tomar decisiones negativas. Si podemos culpar a un concepto o idea de que algunos jugadores inexpertos pierdan dinero más rápido de lo que deberían, el control del pozo sería uno de ellos.

Podría ser ideal que simplemente jamás pensáramos en controlar el pozo. Un concepto mucho más importante que debemos tener en mente es la idea de impedirles activamente a nuestros adversarios que logren su objetivo. Este importantísimo principio del poker se contradice con el principio del control del pozo.
Definamos exactamente qué significa controlar el pozo. Pensaremos en situaciones en las que definitivamente no queremos controlar el pozo y luego analizaremos situaciones donde el control del pozo es la estrategia correcta que debemos aplicar.
Controlar el pozo: ¿qué es?
Muy simplemente, controlar el pozo entraña pasar o hacer apuestas muy pequeñas para mantener el pozo de un tamaño acotado.
Si hemos seguido las ideas de este artículo, probablemente habremos comprendido que la meta de controlar el pozo no es un concepto especialmente válido. Se originó hace muchos años en la edad oscura del poker, cuando la mayoría de los jugadores eran extremadamente malos.
Este concepto solía aparecer frecuentemente en las discusiones relacionadas con las manos de poker, pero ahora esto no es tan habitual. Y quizá dentro de 10 años, el control del pozo sea una de esas cosas de las cuales los buenos jugadores se acuerdan y se ríen.

Cuando no debemos controlar el pozo
Veamos una situación típica de hace 10 años en la que el jugador promedio habría usado la técnica de control del pozo. Analicemos por qué era válida entonces y por qué es tan mala hoy.
6 manos, NLHE
UTG (100bb)
MP (100bb)
CO (100bb)
BTN (100bb) Héroe
SB (100bb)
BB (100bb)
Se reparten cartas al héroe :Kh::Ks:
UTG se retira. MP se retira. CO se retira. El héroe abre a 3bb. SB se retira. BB iguala.
Flop (6,5bb)
:Jc::7c::2h:
BB pasa. El héroe apuesta 5bb. BB iguala.
Turn (16.5bb)
:8c:
BB pasa. ¿Héroe?
Guau, el turn no resultó muy bueno. Hubo algunas escaleras, algunas manos de color, algunas combinaciones de pares. Ahora hay una posibilidad de que nos venzan.
Entonces, ¿qué decidía hacer un jugador hace 10 años? De inmediato adoptaba una estrategia defensiva para tratar de impedir que el pozo siguiera creciendo. Al pasar una ronda, puede controlar el tamaño del pozo para que no crezca mucho. Luego puede tomar una decisión en el river, en un ambiente con el que se siente más cómodo.
Pero todo esto está mal, pese a la lógica aparente. El jugador moderno se da cuenta de que esta estrategia en el turn es un gran error. Y hay muchas razones.

    Aún podemos sacar algo de provecho de peores combinaciones, como Jx, escaleras directas y manos de color. Así hacemos que nuestro oponente no se lleve el pozo con sus cartas más débiles.
    A menudo nos “compramos” la posibilidad de llegar a mostrar nuestras cartas. Si apostamos en el turn y nuestro rival pasa o iguala, probablemente nos pasarán en el river OOP.
    No debemos “temer” que nos pasen o suban. Si esto sucede, solo significa que estamos en problemas, por lo que nos conviene retirarnos.
    Nuestro rival tal vez haya logrado en el turn una carta para armar un color. Si pasamos, le estamos regalando un premio del 20%.
    Si pasamos, una carta mala tal vez puede impedirnos que mejoremos nuestra mano en el river.
    Si pasamos, hay posibilidades de que nuestro rival nos engañe, especialmente con las malas cartas del river.
    Nosotros estamos en una posición débil en el turn, por lo que será más probable que intenten engañarnos. Cuando continuamos disparando el cañón, no tenemos protección.

Y esto es solo el principio. Dejando estas palabras de lado, sobre todo nos interesa el valor que podemos obtener de las apuestas en comparación con el valor de pasar.
Siempre y cuando las apuestas tengan un mayor EV (lo cual en general sucede), esta es la opción que debemos escoger. Las ideas anteriores meramente nos ayudan a visualizar por qué las apuestas tienen una expectativa mayor.
También hay algo un poco irónico respecto de la idea de poder “controlar” el tamaño del pozo. Supongamos que pasamos en el turn: nuestro rival simplemente tal vez vaya all-in en el river. Entonces, ¿realmente vale la pena decir que “controlamos” el tamaño del pozo cuando nuestro rival aún puede hacer una apuesta de cualquier tamaño en una ronda posterior?
En este sentido, el único momento en el que realmente podemos controlar el tamaño del pozo es cuando tenemos la opción de apostar o pasar cuando somos el último jugador en el river.
Control del pozo: la actualidad
Incluso en el caso de pozos en los que sería correcto aplicar la estrategia de control, es esencialmente un concepto secundario más que el motivo principal de nuestros actos. Echemos un vistazo a un par de ejemplos.
6 manos, NLHE
UTG (100bb)
MP (100bb)
CO (100bb) Héroe
BTN (100bb)
SB (100bb)
BB (100bb)
Se reparten cartas al héroe :Ad::Td:
UTG se retira. MP se retira. CO abre a 3bb. BTN se retira. SB se retira. BB iguala.
Flop (6,5bb)
:Jc::Tc::7s:
BB pasa. ¿Héroe?
En la mayoría de los juegos, casi siempre conviene apostar aquí en lugar de pasar. Este es otro tipo de situación en la que se aplica erróneamente el control del pozo.
“Bueno, solo tengo un segundo par; no vale tres rondas. Controlemos el pozo en el flop”.
Aquí esta estrategia es una suerte de gran desastre. Las cartas de la mesa están muy ajustadas, y no podemos andar regalándoles el pozo a nuestros rivales. El segundo para después del kicker también es simplemente una mano que nos puede dar algo de valor en este momento.
Sin embargo, digamos que sabemos que nuestro rival es un jugador que pasa/sube de manera muy agresiva cuando se dan estas combinaciones. Ahora tenemos una razón para pensar en pasar en el flop. El motivo principal es simplemente que el valor esperado de esta técnica termina siendo más alto que el valor esperado de las apuestas, dado que alguien más podría hacernos pasar o subir la apuesta y destruir nuestra mano si apostamos.
Realmente no necesitamos que la técnica de control del pozo nos ayude con esta decisión.
6 manos, NLHE
UTG (100bb)
MP (100bb)
CO (100bb) Héroe
BTN (100bb)
SB (100bb)
BB (100bb)
Se reparten cartas al héroe :Ad::5d:
UTG se retira. MP se retira. CO abre a 3bb. BTN se retira. SB se retira. BB iguala.
Flop (6,5bb)
:Ac::6h::2s:
BB pasa. ¿Héroe?
Este es el tipo de situación que más puede ameritar la aplicación genuina de la técnica de control del pozo. Esta situación se conoce como “adelante y atrás” (“way-ahead, way-behind”). Dada la pobre situación de las cartas de la mesa, nuestro rival nos aplastó con un mejor as o una mejor mano, o está pidiendo cartas con una combinación muy ajustada, como un 77.
Aquí puede resultar totalmente correcto pasar y apostar en dos rondas, en el turn y el river. Es una forma de controlar el pozo; sin embargo, realmente no se necesita controlar el pozo para ayudarnos a articular las razones para pasar en el flop.

    Queremos simular debilidad al pasar en el flop y aumentar las chances de que nuestro oponente haga un farol en el turn y el river.
    Queremos simular debilidad al pasar en el flop y aumentar las chances de que nuestro oponente iguale en el turn y el river con algo peor.
    Nuestra mano solo vale 2 rondas de apuestas y la mesa está tan seca que no nos importa regalar una carta.
    Hacer apuestas demasiado grandes o en demasiadas rondas puede aislarnos y ponernos en una situación negativa frente a las cartas de nuestro rival que nos superan.

Incluso en esta situación, en general será correcto apostar en el flop. Tal vez a nuestro rival le encante la técnica del “float wide” en el flop, o es un jugador extremadamente pasivo, tipo “calling station”. Especialmente en los juegos con límite inferior, podemos adoptar una política bastante directa. Podemos apostar para obtener algo simplemente porque tenemos el par máximo, y nuestros oponentes son lo suficientemente malos para retribuirnos con algo peor.
Ten cuidado con los jugadores pasivos
La idea básica es que la agresión produce dinero. Por ello, necesitamos una razón muy específica para elegir una opción pasiva en lugar de una opción muy activa. Tal vez nos sentimos algo engañados, porque llegamos aquí con el deseo de mejorar nuestra capacidad para controlar el pozo y esencialmente nos dijeron que no nos preocupemos tanto por intentarlo. De todos modos, esta podría ser una de las mejores cosas que hayan sucedido.
Quizás a primera vista parezca un consejo para nada ortodoxo, pues el control del pozo es un elemento habitual y ampliamente aceptado de la estrategia del poker. Una destreza importante que tenemos que desarrollar como jugadores de poker es la capacidad de cuestionar absolutamente todo independientemente de la fuente de la información. En cuanto el concepto de control del pozo se transforma en objeto de críticas constantes, realmente comienza a perder fuerza. No nos queda otra alternativa más que reconsiderar verdaderamente su validez como concepto.
Saludos Cordiales,
Staff CHILEALLIN.com

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