Tras el reciente veredicto en una corte de Nueva York de que el poker es un juego de habilidad, Barry Carter se pregunta si arrebatar ese factor de azar al poker es algo positivo.
Aunque cualquiera que lea esto ya sabe que el poker es un juego de habilidad, el resto del mundo no suele tenerlo tan claro.
En las últimas semanas este tema ha saltado a los grandes medios, gracias al hito del veredicto del juez de Nueva York de que el poker no es azar y también un informe de la Erasmus School of Economics (en inglés) que confirma eso.
Son buenas noticias, en especial para los jugadores estadounidenses o cualquiera de una región que haya prohibido o esté pensando prohibir el poker porque ha sido clasificado en el mismo grupo que juegos como la ruleta o el blackjack.
Creo que la mayoría de jugadores de poker no quieren que se prohíban el resto de juegos de azar. Muchos de nosotros descubrimos el poker a través de ellos y también somos bastantes los que de vez en cuando jugamos un poco por diversión.
Pero a nivel político nos resultaría muy beneficioso el poder distanciarnos de los juegos de azar de los casinos y las apuestas deportivas. En algunas regiones el juego es un barco que se hunde, y no queremos que el poker se hunda también.
La otra ventaja de que el poker sea considerado un juego de habilidad es el prestigio que llega con ello. Los jugadores de poker quieren que el juego se compare más con los deportes que con el azar, quieren sentirse como un campeón o un profesional, no un gambler.
También es muy importante para muchos el poder obtener el respeto que creen merecer de su familia y amigos, y estos datos sobre el juego como habilidad ayudan a lograrlo. La mayoría de nosotros tiene a alguien cercano al que no le gusta o no respeta que juguemos al poker. Es particularmente difícil cuando una parte importante de tus ingresos surgen del poker o tienes personas que dependen de ti.
[h=2]Convencer a los seres queridos de que no eres un gambler[/h]Cuando empecé a jugar, tuve problemas con este aspecto del juego. En particular para convencer a los que no juegan que el poker es un juego de habilidad, no un vicio de ludópatas.
En mi caso era aún peor, porque era un escritor de poker. Mis amigos y seres queridos no comprendían cómo era posible que en el poker hubiera tanto como para escribir sobre ello, lo que hacía que denostasen mi profesión.
Aprendí a golpes que en esta situación hay un límite a lo convincente que puedes llegar a ser. Una vez que pasas un punto al intentar explicar los detalles de habilidad del juego, empieza a sonar como si te quisieras convencer a ti mismo, en lugar de a ellos.
Recuerdo una ocasión en la que detallé a un amigo todos los libros que había leído, los vídeos instructivos que había visto y el nivel de profundidad con el que estudiaba mi base de datos del Hold’em Manager. Esperaba que pudiera explicar la complejidad y por lo tanto el nivel dehabilidad del juego. Pero mi amigo se limito a decirme “¡Por dios, estás obsesionado con el juego!”.
Esta persona es muy inteligente, calmada y tiene una mente abierta, que sinceramente quiere lo mejor para mí. Da igual lo mucho que te esfuerces, algunas personas jamás entenderán el argumento de la habilidad en el poker, de la misma forma que hay otros aspectos de la vida de los que estoy seguro estamos desinformados y somos bastante tercos respecto a ellos.
[h=2]¿De verdad queremos al azar fuera del poker?[/h]¿Realmente queremos que el poker sea reconocido universalmente como un juego de habilidad? Por las causas que he citado, está claro que necesitamos que la percepción del público tienda más hacia la habilidad de lo que está actualmente. Pero me temo que si lo intentamos con demasiado empeño, acabemos dañando al juego.
Algunas personas luchan tan desesperadamente por la causa del poker como juego de habilidad que olvidan la cantidad de suerte que hay implicada y lo que es más preocupante: lo importante que es. Sin la varianza, este juego no tendría beneficios.
Al parecer cada año alguien propone una nueva versión del poker diseñada para eliminar la varianza del juego. Tanto si es alguna especie de seguro de equity o de burbuja, eliminando los proyectos del juego o haciendo algo como el poker duplicado, en el que todos reciben la misma mano en varias mesas.
La gente afirma querer estas versiones del juego, pero en la práctica jamás triunfan. Sin la varianza, los jugadores malos jamás ganarían. Y es precisamente ese hecho el que permite que los buenos jugadores sigan encontrando a jugadores malos en las mesas. Es importante que los nuevos jugadores puedan ganar de inmediato, hace que vuelvan a por más, lo que significa que a la larga el buen jugador obtiene más beneficios.
De hecho, sin la varianza muchos de nosotros no estaríamos jugando. Creo que los que seguimos jugando tras varios años, tuvimos una buena racha al comienzo que nos animó. A nadie le gusta perder dinero y ser capaz de ganar desde el principio te mantiene motivado para poder aprender a jugar. Aquellos de nosotros que se han esforzado por mejorar probablemente no sepamos apreciar o reconocer la ayuda que tuvimos en forma de varianza positiva al principio.
Para la industria que el juego sea visto como algo que depende de la habilidad es positivo. Ser capaz de distanciarnos de otras formas de azar es bueno para la supervivencia del juego. Pero lo mejor del poker, tanto para profesionales como ocasionales, es que el poker es un juego de habilidad con azar suficiente para que cualquiera pueda llegar a ganar si tiene un buen día.
Eso es lo que nos metió en el juego y al final es la razón por la que ganamos dinero con él.
Saludos Cordiales,
Staff CHILEALLIN.com
Fuente: Pokerstrategy
