ESTRATEGIA: Los mitos acerca del Bluff


La mayoría de la gente cuando piensa en bluffear, se imagina un juego ilegal de poker en un casino clandestino lleno de humo. Dos jugadores que luchan hasta el final por un enorme bote heads-up. Un gánster bribón con gafas oscuras ha invertido todo en un bluff enorme. Al principio, había apostado todo el dinero, pero ahora está apostando las llaves de su auto, un yate y tarde o temprano apostará alguno de sus chalets privados en el sur de Francia.
Abrumado, su oponente se retira al darse cuenta de que ya no puede aceptar semejante reto. Nuestro gánster da una calada a su puro cubano para celebrar antes de volver a bluffear con una sonrisa irónica. “Mejor suerte para la próxima, fish”
Pero no toda la gente se da cuenta de que esta es una representación muy poco realista de un bluff en un juego de poker. Si ignoramos por un momento el hecho de que está en contra de las reglas bluffear con moneda que no esté ya en la mesa, el escenario presentado anteriormente, por lo general, da lugar a ideas erróneas de cómo funciona el blofeo.
[h=2]Mito n.º 1: El bluff requiere de enormes riesgos y grandes apuestas[/h]Aunque los bluffs de apostarlo todo (all-in) suceden en muchas variantes del poker, por lo general, representan solo una pequeña parte de todos los bluffs que se realizan. La mayor parte de los bluffs que hagamos deberían ser pequeños y en situaciones en las que pensemos que nuestros oponentes no están interesados en el bote.
Pero, ¿cómo sabemos si nuestro oponente está interesado? Por lo general, sus acciones lo revelarán. Básicamente, debemos buscar cualquier señal de debilidad.
Imagínate el siguiente escenario. Igualamos de la BB (ciega grande) contra una subida abierta de BTN (en el botón). Pasamos el flop y nuestro oponente decide pasar también en la siguiente textura del flop.

¿Qué te parece la decisión de nuestro oponente de pasar en esta mesa? ¿Podemos descifrar algo del tipo de mano que tiene? En la mayoría de los casos, no tendría sentido que jugara lento con una mano fuerte en este caso, ya que tiene muchas posibilidades de mejorar la mano. Cuando vuelva a pasar, sería poco probable que tuviera un trío, dos pares o una Reina. Nuestro oponente está “limitado” en esta situación, es decir, sería muy raro que tuviera algo más fuerte que un par de Jotas, dado que casi siempre apuesta el flop.
Esto debería indicar que un bluff a la vuelta tendría posibilidades de dar un resultado positivo, especialmente si también continuamos con una apuesta en el River. Es posible que no siempre logremos que nuestro oponente se retire con algo como un par de Jotas en el River, pero debería tener suficientes manos más débiles para que nosotros pudiéramos hacer dinero a largo plazo.
[h=2]Mito n.º 2: Un bluff fallido es un bluff inútil[/h]¿Alguna vez te has sentido frustrado cuando un oponente hace una apuesta snap ante tu bluff con un par bajo cuando claramente debería retirarse? Lo más seguro es que no seas el único. A menudo, esto nos hace sentir que hemos cometido un error y que bluffear fue una idea pésima.
Lo interesante de los bluffs es que no necesitan funcionar todas las veces para que sean rentables. Hay una fórmula muy sencilla que podemos usar para calcular la frecuencia con la que debe funcionar un bluff en el poker para que nos haga ganar dinero a largo plazo.
Porcentaje del bote total invertido (incluyendo nuestra apuesta) = Porcentaje del tiempo que un bluff necesita funcionar
Comprueba si puedes calcular la frecuencia con la que necesita funcionar nuestro bluff en la siguiente situación. Estamos en el River con 50bb (ciega grande) en el bote. Hacemos un bluff de 25bb (ciega grande). ¿Con qué frecuencia tiene que funcionar nuestro bluff? Tómate un momento para pensarlo antes de revisar el cálculo de abajo.

Primero, ¿cuál es el bote total?

Ya hay 50bb (ciega grande) en el centro, más la apuesta de 25bb (ciega grande) del protagonista. Es decir, un bote total de 75bb (ciega grande).

¿Cuánto está invirtiendo el protagonista?

Su bluff es de 25bb (ciega grande), esta es la cantidad que él está invirtiendo.

Entonces, ¿qué porcentaje es esto del bote total?

25/75 = 33%
Nuestro bluff tiene que funcionar solo el 33% del tiempo. Esto puede ir bastante en contra de la intuición. ¿Te puedes imaginar una situación en la que nuestro oponente iguala la apuesta un 65% de las veces cuando blofeamos en el River? A menudo, nuestro cerebro nos dirá que dejemos de bluffear porque nuestro bluff en realidad falla la mayor parte del tiempo. Aún así, debido a que ya hay dinero en el centro, el hecho de que nuestro bluff funciona el 35% de las veces significa que estamos generando ganancias lentamente y deberíamos continuar bluffeando.
[h=2]Mito n.º 3: Bluffear es una elección[/h]Si entiendes como funcionan las apuestas de valor, ya sabrás que apostar por el valor en ciertas situaciones es obligatorio. Tal vez tengamos una mano Nuts en el River y nuestro oponente pase. Si no apostáramos cometeríamos un terrible error, ya que al apostar podríamos ganar mucho dinero.
Con los bluffs pasa lo mismo. Hay ciertos puntos en el juego en los que sería una auténtica locura no bluffear. Aún así, por alguna razón los jugadores no consideran al bluff en el poker como algo obligatorio. Piensan que es algo que pueden elegir hacer cuando se les antoja.
Entonces, ¿por qué el bluff es una parte obligatoria del juego y no solo una opción?
Imagina que tenemos un oponente que solo apuesta por el valor y nunca bluffea. ¿Cómo jugaríamos contra este oponente? El juego sería muy sencillo en realidad: si él eligiera apostar, nosotros inmediatamente nos retiraríamos a menos de que tuviéramos una mano muy fuerte. Suponiendo que no hubiera apostado, nosotros sabríamos que por lo general no tiene nada y podríamos hacer pequeños bluffs para quedarnos con el bote.
Algunos de ustedes posiblemente están pensando que ya tienen éxito en los juegos de límite bajo y todavía no han bluffeado nunca. Entonces, ¿cómo es posible? Esto es esencialmente el resultado de jugar contra malos oponentes que no entienden cómo explotar nuestras tendencias. Sin embargo, si nunca bluffeamos no estamos usando una estrategia completa y podemos tener dificultades contra oponentes más competentes. Entonces, el bluff es muy importante en todos los límites por estas dos razones:

    En las microapuestas el bluff a menudo no es necesario para ganar, pero puede mejorar de forma significativa nuestro índice de ganancia cuando se usa correctamente.
    A niveles más altos contra buenos oponentes, seríamos demasiado fáciles de leer si solo hiciéramos apuestas por el valor y nunca bluffeáramos.

[h=2]Consejos para comenzar[/h]

    Recuerda que la mayoría de nuestros bluffs son pequeños, uno o dos casos por ronda.
    Calcula la frecuencia con la que los bluffs deben funcionar en varias situaciones. (Por ejemplo, si nuestro oponente se retira aproximadamente más del 67% de las veces en la tercera apuesta, tenemos una ganancia inmediata con dos cartas cualesquiera).
    Pon atención a la línea de un jugador para encontrar cualquier señal de debilidad. Perder apuestas de continuación en cualquier ronda a menudo indica debilidad.
    Recuerda que solo porque un bluff se haya igualado no quiere decir que no sea rentable a largo plazo.
    No te desanimes si muchos de tus bluff fallan. La solución no es dejar de bluffear por completo, sino encontrar formas y situaciones más efectivas para hacerlo.

Saludos Cordiales,
Staff CHILEALLIN.com

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