ARTICULO: Leo Marget – Cuestión de Mindset


La manera cómo pensamos tiene influencia en cómo nos comportamos. Del mismo modo nuestro enfoque y actitud frente al póquer, influye en nues*tro comportamiento en las mesas. Siguiendo esta deducción, si queremos jugar un Póquer óptimo (al menos el mejor que cada uno podemos desarro*llar) nuestro estado mental deberá tam*bién ser óptimo. Y jugar un Póquer impoluto implica, además de tomar las decisiones correctas todo el tiempo, te*ner las reacciones más acordes a nues*tro nivel de profesionalidad.
Me gusta fijarme en las reacciones de los jugadores cuando están en la me*sa involucrados en una mano, es un gran indicador de su mentalidad en el Póquer, un reflejo bastante fiel de có*mo entienden este juego, de cómo en*focan esta actividad. Sobre todo si nos fijamos en su actitud cuando pierden grandes botes.
Perder no es agradable, la misma connotación de la palabra es negativa y nos produce –lo miremos por donde lo miremos – emociones adversas. Nues*tra misión como jugador debería ser lo*grar entender la pérdida como algo circunstancial. Me explico, es impor*tante saber si hemos cometido o no un error, pero independientemente de ello siempre habrá situaciones en las que tengamos un encontronazo, coolers in*evitables que acaban en… ¿tragedia? perdiendo nuestro stack al completo. Es ahí donde podemos clasificar a los ju*gadores según su mentalidad y su gra*do de evolución en el Póquer.
De hecho en inglés existe el término “mind set” que es mucho más propicio, recomiendo a los que les interese es*te tema que compren The Poker Mindset de Tylor y Hilger’s (Disponible en tienda Chileallin). Como el tí*tulo indica, el libro se centra primor*dialmente en la psicología del Póquer, y desarrolla un brillante trabajo a la ho*ra de tratar algunos de los retos men*tales a los que uno se enfrenta en la mesa de Póquer. Lo mejor de todo es que el libro, además de estar muy bien escrito y organizado se caracteriza por ser de una naturaleza práctica que re*sulta muy útil, planteando maneras de reaccionar como respuesta a diversos escenarios comunes en el Póquer (aver*sión al riesgo, tilt, bad beats, malas ra*chas, manejo del bank…) en vez de debatir estas situaciones en abstracto.
Cuando hablamos de la “Mentalidad” en el Póquer no siempre tenemos claro a qué nos referimos, pero de alguna ma*nera nos hemos acabado creyendo a fuerza de oírlo tanto, que desarrollar una particular manera de pensar puede ayudarnos a afrontar todos los factores estresantes derivados del Póquer. Para ello es necesario entender la relación entre la suerte y la habilidad en el Pó*quer. Los dos son parte del juego, y es*to es la realidad. Así pues el enfoque poqueril adecuado sería aquel que en*tiende u acepta la realidad, y a partir de ahí uno puede tomar decisiones fun*damentadas en lo que realmente está pasando cuando uno juega a Póquer.
Así que volviendo al tema de perder grandes botes, debemos ser capaces de sobrellevarlos sin más, no de aprender a encajar esta parte de nuestra realidad cada vez mejor a medida que llevamos más tiempo en esto.
Si nos tomamos un rato en analizar cómo reaccionamos internamente cuan*do perdemos un gran bote, vemos que existen diferentes “fases” por las que pasamos cuando esto ocurre. El “viaje” a través de estas etapas no es lineal, y en general cada reacción debería re*presentar una mejor respuesta que nuestro comportamiento anterior, pues*to que nuestro objetivo es ir mejorando como jugador y eso también implica en*tender la realidad de la actividad a la que dedicamos nuestro tiempo y des*arrollar una mejor actitud frente a ella.
Las fases

De esta manera podemos observar que cuando empezamos a jugar la primera fa*se cuando perdemos grandes botes es la rabia. Nos centramos en el dinero que he*mos perdido, e intentamos culpar a al*guien, generalmente nuestro oponente. Algunos jugadores que juegan en vivo, a veces incluso convierten al crupier en el objetivo de sus críticas. A pesar de que este comportamiento es más frecuente en los aquellos que se están iniciando, to*dos conocemos ejemplos de jugadores experimentados que siguen tendiendo a culpar de sus desgracias a elementos externos.
La segunda etapa en nuestro viaje co*mo jugadores es la frustración. Aquí nos machacamos la cabeza con miles de pen*samientos “y si…”. Claro. Y si no hubie*ra salido el color, y si se hubiera doblado carta, y si hubiera ido all in en el flop sin dejarle ver el turn….
Como en la primera fase, aquí el juga*dor sigue mirando al pasado sin lograr avanzar mentalmente a la siguiente mano.
Si seguimos evolucionando llegaremos a una fase en la que reina la aceptación.
El jugador ha aprendido a poner los re*sultados a corto plazo en perspectiva y subsecuentemente puede jugar sin que le afecte haber perdido un gran bote. Estos jugadores aún pueden reaccionar emo*cionalmente y sentirse mal a la hora de perder un gran bote, pero no se encallan en este hecho de manera que no puedan seguir avanzando.
La cuarta y última fase, y aquella a la que muy pocos jugadores llegan es la indiferencia. Aquí el jugador tiene tal autocontrol que puede evitar los senti*mientos de rabia, frustración e incluso aceptación de la mano, y por el contrario es capaz de mantenerse centrado única*mente en cómo jugaron sus oponentes y en qué puede aprender de la mano. Con*secuentemente este jugador logra un equilibrio muy deseable entre mirar atrás y adelante, usando el pasado para informar al futuro.
Debería existir una relación directa en nuestro nivel de desarrollo como jugador y la fase en la que nos encontramos, pero esto no siempre es así. De hecho, conozco muchos jugadores profesionales brillan*tes, que obviamente aceptan las pérdidas como parte de esta actividad, pero pocos, muy muy poquitos, logran sentir indife*rencia cuando un gran bote se les escapa de las manos frente a sus narices.
Pues bien, ahora toca la parte difícil, el autoanálisis. Siendo realista creo que me sitúo en algún lugar por encima de la fase de frustración. También cabe decir que como jugadora de torneos más que cash es lógico que la frustración se apo*dere de mi en algunas situaciones pues las probabilidades de poder encontrarme en una situación similar en el futuro que haga que la varianza se iguale es bas*tante improbable, cosa que jugando cash es bastante diferente. Sin embargo hace mucho que dejé de sentir tentaciones de insultar a mis rivales cuando me riverean, del mismo modo que no escri*bo sandeces en el chatbox, de hecho ¡me hace muchísima gracia los jugadores que lo hacen!
Si estoy jugando particularmente bien, puedo alcanzar la fase de la acep*tación e incluso rozar la indiferencia aunque sinceramente aún no logro desvincularme al 100% emocionalmente de estas pérdidas.
Bajo mi punto de vista el simple re*conocimiento y ser consciente de que existen diferentes variedades de reac*ción cuando perdemos grandes botes, puede resultar muy útil en las mesas. Ahora bien… el trabajo empieza con la introspección: ¿En qué fase estás tú?
Saludos Cordiales,
Staff CHILEALLIN.com
Fuente: PlanetPoquer.com

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