Hay un puñado de movimientos especiales que, cuando seamos capaces de dominar, pueden marcar la diferencia entre ganar poco o ganar mucho dinero con el póker. En este artículo, vamos a hablar de una de las jugadas del póker que más se suelen emplear y que peor se suelen gestionar: los semi bluffs.
Hoy estamos explicando el semi bluff, una técnica que puede hacer cambiar dramáticamente la cantidad de dinero que podemos ganar con el. En lugar de la banca en su tarjeta de venir, aprender a tomar el control de la mano y llevarse el bote, incluso cuando se le pasa.
¿Qué es el semi bluff?
El semi bluff en esencia, consiste simplemente participar en un bote con una mano que no es considerado un farol puro, porque tiene el potencial de poder formalizarse en jugada ganadora al completarse algún posible proyecto en alguna de las calles. Se pueden hacer de dos formas: apostando para aprovecharnos del fold equity de nuestro adversario o jugando de forma pasiva, siempre y cuando nos salga rentable en función del tamaño de la apuesta y de las odds que tenemos.
El ejemplo claro de semi bluffs son los proyectos de escalera o de color, es decir, que teniendo en el momento actual del juego una mano muy débil, potencialmente puede convertirse en una mano claramente ganadora, apostando en función de las probabilidades que tengamos de conseguirla y del perfil de jugador con el que estemos enfrentándonos.
¿Cuándo debemos hacerlos?
Al igual que la mayoría de jugadas de póker, los semi bluff funcionan mejor cuando jugamos con posición. Debido a que parte del éxito de semi bluff se apoya en la equity, conseguiremos que ésta sea más elevada si tenemos posición sobre nuestro rival a la hora de actuar.
¿En qué estilos de juego se aplica?
En todas las modalidades, este concepto existe. Siempre que nos encontremos en la situación descrita anteriormente, indiferentemente que juguemos en Omaha o a Texas Holdem, estaremos ante una jugada que se catalogará como semi bluff.
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Staff CHILEALLIN.com
